RESTOS DEL PRINCIPIO

Este álbum está conformado por las canciones que sobrevivieron al tiempo. Las canciones fueron hechas en la época en que aprendía
a tocar la guitarra (tenía 16 años), son los primeros intentos de hacer algo útil con las notas y con mis palabras. Es el primer signo de mi interés
por grabar todo lo que me parecía que valía la pena. Todas las canciones fueron grabadas en mi cuarto y son los demos de canciones que
no fueron más que pequeños intentos de encontrarme en toda esa confusión que empezaba a insinuar mi vocación.
Totalmente inseguro y esperanzado. Temas de dolor, amor e incertidumbre.

1.- Solo (la primera canción de la que llegué a sentirme realmente orgulloso)
2.- Una guitarra sin canción (Un casual y divertido hallazgo sonoro que nunca se concretó)
3.- Olía a nirvana (Una canción inconclusa y esperanzada sobre la adolescencia)
4.- Improvisación en el inconsciente alcoholizado (Estaba ebrio cuando dije todo eso, me gustó y afortunadamente sobrevivió)
5.- L y la segunda interpretación del dolor adolescente (Algo excesivamente cursi)
6.- Futuro y máquinas de afeitar(Una canción honesta sobre la adolescencia de mi vida. Mi desconcierto en la voz)

RESEÑA EN YOUTUBE:

Aprendí a tocar la guitarra a mediados del año 2011. Fue un aprendizaje torpe, ingenuo y saturado de entusiasmo. Desde entonces
la guitarra musicalizó casi todos los episodios de mi adolescencia. Prefería escribir canciones a interpretar covers simplemente
porque mi vida personal sucedía mucho más rápido que mi interés por aprender a tocar canciones que ya existían. Escribía e improvisaba
canciones todo el tiempo y afortunadamente tenía una grabadora en el celular, entonces grabé todo.
Desde un principio tenía la idea de hacer álbumes con grabaciones caseras (mucho antes de descubrir el Lo-fi como tal y sus fascinantes
posibilidades) De esta forma fui definiendo lo que verdaderamente disfrutaba hacer. Al culminar el colegio tenía una variada colección
de audios inaudibles, canciones repletas de desafinaciones producto de mi voz afectada por la adolescencia, ruidos disfrazados de canciones
deshechas que presumían mi exclusivo dolor. Tampoco conocía el internet ni sabía de programas para dar consistencia a mi proyecto y publicarlo
en youtube, por ejemplo. Conservé el material en mi computadora por mucho tiempo, hasta que tuve que cambiar de ciudad para empezar
la universidad e hice respaldos parciales de las canciones en distintos USB’s y con eso me fui. Olvidé las canciones mientras hacía otras,
nunca dejé de hacerlas y estoy orgulloso porque me interesaba explorar aquellas distintas vías de evolución que se bifurcaban a través
de mi tiempo = “madurez”. Entonces perdí dos de los tres USB’s, gran parte de lo que había hecho en el colegio. No recuerdo ninguna de esas
canciones, sólo los momentos en los que pasaba en mi habitación haciéndolas. Me apenó bastante ser tan irresponsable con tamaño proyecto
y me odié por haber traicionado a ese chico que aprendía a hacer canciones a pesar de estar terriblemente frustrado con las limitaciones
de su voz. Intenté recuperar todo el material en mi computadora, pero ésta había caído derrotada ante la fuerza malvada de todos los virus
que había dejado incubando junto con las canciones. Había perdido gran parte y eso no me impidió seguir perdiendo más. El USB sobreviviente
murió y lo poco que había traspasado a otros dispositivos seguía desapareciendo hasta que pude rescatar esto que ahora conforma RESTOS DEL PRINCIPIO.
Oírlo me agrada porque es el sobreviviente de mi irresponsabilidad y la pequeña muestra de todo lo que hice a espaldas del mundo que empezaba a
enseñarme que no siempre me iba a tratar bien. Son canciones exageradamente cursis, hay una improvisación que hice cuando estuve borracho,
efímeros ejercicios que iba haciendo para descubrir lo que la guitarra podía ofrecerme o lo que yo podía ofrecerle a ella, alguna canción
que da muestra de mi creciente incertidumbre de estar aquí.
Han sobrevivido 10 minutos de los dos años en los que me empeciné en la idea de ser el músico más solitario del planeta. Y me gusta.